Ikus esparru zabalduak conversa sobre la problemática del habitar. Hoy en día, las construcciones que habitamos bajo estándares económicos y dimensionales no se adaptan a las necesidades reales de cada individuo, si no que es el individuo, según sus posibilidades económicas, el que debe adaptarse a esos espacios. En este trabajo, trato esta problemática global, desde un punto de vista y desde una vivencia muy personal. Este hábitat, hogar, casa, refugio, espacio de intimidad, cotidianeidad y rutina, en mi caso es también un lugar de creación que ha condicionado y delimitado mi producción de obra, sus formatos y materialidad, pero también ha alimentado una búsqueda incesante. Louise Bourgeois a lo largo de su vida, en varias ocasiones manifestó que “la arquitectura tiene que ser un objeto de nuestra memoria” y que “la memoria es una forma de arquitectura”. Utilizando la arquitectura como un elemento simbólico, construiré un lugar para el recuerdo, mostrando una espacialidad imaginaria, transparente, abierta al espectador y ofreciendo recuerdos sobre la creación. Habitar. Pensar. Construir. La arquitectura como escenario para el espectáculo de la vida, de la cotidianeidad, pero también de la creación y construcción.